sábado, 12 de noviembre de 2011

Capítulo V: ¿El nuevo Burgués?

Capítulo V: ¿El nuevo Burgués?

Principios de año de 1988 y la vida sigue igual, los padres de Henry ya preparan sus cosas para marcharse a vivir a China y los hijos ya lo tiene asimilado. Han aprendido a cocinar y hacer muchas cosas que antes no sabían hacer o de lo contrario lo desconocían, por lo tanto se podría decir que Henry era ya el hombre de la casa. Transcurrió un mes y llegó febrero, los padres ya se marchaban pero siempre estarían en contacto de hecho dos veces al mes, vendrían a visitarlos así que no había de que preocuparse. Sin más dilación cogieron y se marcharon en la única cosa de gran valor que el padre conservaría, su yet privado. Encendió los motores y se empezaron a elevar hasta que al final pasado varios minutos se disiparon entre las nubes que conformaban el horizonte. Ya estaban solos y tocaba repartirse las labores de la casa, asíque, eso hicieron y aprovecharon el poco tiempo de vacaciones que les quedaba. El inicio del nuevo curso empezó y Henry acompaño a Helen los primeros días, hasta que la joven se habituó a ir sola. El joven no sabia que quería estudiar, estaba hecho un lío, solo tenia una cosa en su cabeza y esa cosa se llamaba Violeta, pero de repente se le ocurrió una idea ¿Por qué no invitarla a su casa? cogiò el móvil y la telefoneo y le dijo que se viniese, a ella le parecía una buena idea, pero no tenia dinero suficiente ahorrado como para viajar, a lo que el le dijo que por eso no había problema, que el le conseguiría los billetes aunque ella eso no lo veía bien, no le gustaba eso de tener que coger y deber nada a nadie, hasta que al final Henry uso sus estratagemas y logro convencerla, para dentro de dos semanas la tendría junto a el.
Era el día, hoy Violeta llegaba, Henry se vistió de gala y partió hacia el aeropuerto con un poderoso Pontiac ¿quizás para dar buena imagen? ¿Quizás para llegar antes? ¿O quizás por las dos cosas? La cuestión es que estaba impaciente por volver a verla. Estuvo esperando y esperando pero el avión del cual se tenia que bajar, en ese mismo, no se encontraba podía palparse la tensión en el ambiente, pero calma, su avión había sufrido un retraso de quince minutos así que no había que desesperarse. Mientras llegaba decidió ir a comprarle un ramo de flores y después acudió a la terminal por la cual aparecería. Tras una larga espera ahí estaba ella tan bonita o más que el primer día que la viò, se acerco caballerosamente le dio dos besos y un gran abrazo, acto seguido cogió su equipaje y antes de todo esto le entregó el ramo de flores, ella se sonrojó y estaba que no era capaz de mediar palabra, mientras tanto caminaron hacia el coche en el cual cargaron las cosas y se fueron quien sabe si al futuro hogar de ambos…
A la llegada la joven estaba anonadada, ¿todo esto es tuyo? Preguntaba con gran asombro y Henry con tiempo, le explican como había adquirido todos esos bienes. Después de la charla dijo que le envidiaba ¿lo diría por algo en especial? Quien sabe… Al rato cenaron y vieron una película juntos, hasta que debido al sueño decidieron marcharse a sus respectivos aposentos. Las 7:00 el gallo empezaba a cantar, era hora de levantarse, hacia un buen día, quizás con un poco de frío pero nada contra lo que no pudiese combatir un té calentito. Como Violeta no se había alzado, dejó que descansara un poco más y mientras tanto le preparó un desayuno el cual le llevo a su cuarto. Una hora después mientras ella dormía placidamente, toco la puerta con un leve Toc- Toc y añadió, ¿se puede?- ella le dijo que entrase, al parecer llevaba despierta desde hacia un rato pero estaba tan agustito en la cama tapadita que no quería salir de hay. Henry le entrego el desayuno, compuesto de té, zumo de grosellas y un dulce típico de Suecia, nada que ver con aquel desayuno que tomo en su viaje por tierras londinenses. La joven se mostraba muy agradecida y no sabia como devolverle tal gratificación, mientras tanto Henry planificaba un recorrido por la ciudad y por lugares que le agradarían mucho, cuando se levantó la joven se acicaló y se prepararon para dar un paseo. La mayoría del trayecto se desarrolló por el casco urbano de la ciudad. El recorrido comprendía el museo principal, la catedral de la plaza mayor, el estanque Wellington en el cual dieron de comer a los patos y un majestuoso restaurante en el cual comerían hoy. Durante la comida hablaron de muchas cosas y algunas de ellas muy “seria” como por ejemplo el plantearse vivir juntos. Cuando Henry se lo preguntó a Violeta, ella pedía tiempo para pensárselo, porque la verdad es que no es una cosa la cual haya que tomársela a la ligera, así que en el plazo de tres semanas, ella le diría algo, ya que tenia que hablar con sus padres y esto seguramente no seria una tarea fácil. El joven le mostró los pros y los contras que se encontrarían en su convivencia. Por ejemplo, el era muy detallista y cariñoso y a la vez un desordenado y quizás un poco orgulloso, quizás debido a la actitud que le contagió su padre pero ella lo quería tal y como fuese con sus defectos y sus virtudes. La joven decidió llamar a sus padres para comentarle la noticia, ¿Cómo se lo tomarían? ¿Lo verían con buenos ojos? ¿O quizás pondrían trabas?


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