martes, 15 de noviembre de 2011

Capitulo VIII: Partiendo hacia la tierra del sol naciente

Capitulo VIII: Partiendo hacia la tierra del sol naciente

Se acercaba junio y Henry iba bastante avanzado en Filosofía y a esto hay que añadir que además ya tenia el carnet de piloto de aviones. Un día a la hora de la comida se encontraban Henry, su querida y su hermana, entremedias del segundo plato y el postre Violeta les dijo que su gran sueño seria dar una vuelta por alrededor del mundo para así conocer paisajes, culturas, gentes y de todo. Para Henry oír esas palabras y ese sueño de boca de Violeta era un sueño prácticamente hecho realidad ya que haría lo que ella pidiese, estaba el joven en lo que el argot de la calle se le suele llamar estar “enchochado”. Cuando acabaron de charlar Henry visitó a Anthony ya que se encontraba alojado en un hostal cercano a la capital y le dijo que quería comprar un Yet privado. Anthony le llevó al aeródromo de la ciudad todo esto acompañado por Violeta y allí vieron infinidad de aviones, hasta que se decantaron por uno, el cual simplemente necesitaba un retoque femenino ya que por dentro estaba bastante soso.
En medias de la conversación se tenía que realizar el pago de las primeras cuotas, Violeta iba con intención de pagar pero Henry le dijo que era su regalo de cumpleaños asíque abono 2.000.000 de coronas y ya en tres días partirían y verían a la familia de él. Antes de marchar, el joven se despidió de sus cuatro amigos que como hace un año se iban de vacaciones veraniegas otra vez a Inglaterra y nada más finalizar emprendieron su viaje. El trayecto fue muy pero que muy movidito, el viento soplaba como nunca, pero al final llegaron sanos y salvos que eso era lo que realmente importaba. Al llegar a China telefonearon a su padre para decirles que fuera a recogerlos ya que transitar en esas calles con tal gentío y tráfico no era una cosa fácil. Pasado un breve tiempo por allí apareció James ambos estaban muy contentos de volver a verse y allí mismo le presentó a Violeta, su reacción fue bastante buena y ya para acabar su hija que apareció cuando ya estaba su padre un tanto desesperado porque su hija no había ido, pero solo quería darle un pequeño susto a su padre- Buuuh! Grito la pequeña- y allí se dieron un abrazo con gran entusiasmo. Después de la presentación y del recuentro se dirigieron a la casa donde les esperaba la madre. La casa en la que habitaban ahora, estaba rodeada por campos de cultivo, a su padre no le gustaban los sitios donde imperara el bullicio de la gente, coches, etc. Cuando la madre los vio aparecer por la puerta, pasó lo mismo que anteriormente con el padre, mucha añoranza al ver a sus hijos y recordar cosas pasadas, pero lo importante era vivir el presente. Allí estuvieron todos unos cuantos días juntos, y Henry en un momento de intimidad les dijo que su hermana Helen estaba creciendo y había que explicarle ciertas cosas, ya se fijaba en los chicos y había uno que le hacia tilín así que este es el momento conveniente para hablar con ella. La llamaron y todos se reunieron en un gran sofá y allí la joven confesó que sentía algo hacia un chico y que de hecho, la mayoría del tiempo que lo pasaba fuera de casa, lo hacia porque se encontraba en casa de los padres de este. Al caer la noche el padre le dijo a Henry que su hermana era más que autosuficiente para convivir sola, por lo tanto le pidió que le hiciera una pequeña casa, junto a la suya, para así poder estar cerca ambos, a él le parecían una buenísima idea, para cuando llegaran mandaría su construcción y esa seria una pequeña gran sorpresa que su hermano le daría.
Ya tenían que partir Henry debía de seguir con sus estudios y además tenía que hacer una cosa bastante importante.


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